Dicen que cada crisis trae nuevas oportunidades. Sinceramente, no se si será cierto pero por mí no va a quedar. Hay que reinventarse y en esas estamos.
Han sido meses de formación: Estudio, pruebas, más estudio, más pruebas… Suerte de contar con una buena base informática, facilidad para visualizar contenidos en otros idiomas y una gran afición por la fotografía. El mundo 3D llamaba a mi puerta. Primero una pequeña impresora, algunos objetos ya diseñados, unos litros de resina y… muy satisfactorio pero faltaba algo.
Ese algo se llama fotogrametría. Aunque tiene infinidad de definiciones y más años que andar p´alante, solo ahora puede abordarse de manera asequible y con resultados espectaculares.
La fotogrametría es, de manera muy resumida, el proceso por el que partiendo de imágenes fotográficas se pueden crear objetos en 3D totalmente manipulables. Las oportunidades que ofrece son realmente amplias.
Informática, fotografía, gente alrededor del mundo dispuesta a compartir experiencias e intercambiar conocimientos. Internet en estado puro.
Esta «nueva» técnica permite la digitalización de objetos: Desde piezas que puedes reproducir mediante impresión 3D (algunos lo llaman ingeniería inversa) hasta la creación de mundos virtuales, pasando por objetos cotidianos que puede utilizar una vez procesados en la industria de los videojuegos o el cine.
Sin embargo, hablando con otras personas, sin dejar de lado otras opciones, el área que más me ha interesado es el de la divulgación de nuestro Patrimonio Cultural. La fotogrametría es utilizada en todo el mundo para proyectos de arquitectura, decoración, sector inmobiliario, medicina, catálogos de producto, etc. pero pocas cosas están tan alcance de la mano (para lo bueno y lo malo) como nuestro patrimonio.
¿Y si pudiéramos mostrar una representación exacta, en 3D con sus colores y texturas naturales a alguien que vive a miles de kilómetros de distancia? ¿Y si pudiéramos poner a disposición de todo el mundo la obra de un escultor más allá de una fotografía o un vídeo? ¿Podríamos mostrar un edificio con todo lujo de detalles incluso variando sus luces y sombras a lo largo del día? ¿Podría ser útil en tareas de conservación o restauración de diversos objetos? La respuesta a todas estas preguntas es SI.
Todo eso y mucho más es posible gracias a la fotogrametría.
Como dije al principio, había que reinventarse y por mí no iba a quedar. Cambio de ordenador, aprendizaje de nuevos programas y muchas, muchas pruebas.
En estas páginas os iré dejando una muestra de mi trabajo. Unas veces serán proyectos muy simples, otras más complejos, pero siempre abordarán la utilización de fotografías para recrear en 3D algún objeto en concreto. Espero que os guste.